14 de septiembre de 2008

Post Puente

Así bautizo la presente entrada del blog. Encontrándome en medio del proceso creativo que dará lugar a un nuevo texto pletórico de ingeniosa prosa y elegante estilo, opto por engañar estómagos con este breve bocadillo que vio la luz junto a mis apuntes de Gramática del pasado cuatrimestre. Sugiero no tomarlo como más de lo que es, ni de otra manera distinta a como fue pergeñado: un irrelevante pero inofensivo -y hasta, desde algún punto de vista, inéditamente llamativo- divertimento autoindulgente que, no azarosamente, tomó la forma de una seguidilla de proposiciones y oraciones vagamente organizadas por una temática común, en las que mi aún pobre instinto literario adivinó alguna validez estética. De yapa(1), y en mera función de "relleno", dejo una etérea y hermosa canción de los escoceses Cocteau Twins, y algunas frases del muy capo y muy irracionalista filósofo alemán Friedrich Nietzsche. Invito a inhalar una saludable porción de aire inmaculado y disfrutar de la canción; el resto es accesorio.


Boomp3.com


Consuelo para un espíritu oprimido por las desdichas; blanquecina luz, brillo postrero que resplandece sobre el corazón fatigado; panacea que aligera el peso insoportable del dolor. ¿Quién no anhelará encontrarlo, por fortuna, acechando fatalmente tras el próximo recodo deparado por el siempre rancio vivir?

Antes de la caída fatal, vislumbrar algo verdadero, una justificación, siquiera una excusa por los martirios sufridos; penetrar los arcanos que comandan el sino de los males soportados, llegar así a una respuesta; pisar, por única vez, mientras el beneplácito divino huye de nosotros, terreno agraciado por la más esquiva de las certidumbres; vislumbrar, en el último e infinito instante, al menos para cobrar la seguridad y retener la memoria de su existencia, la razón última de la inevitable necesariedad de ser.

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El hombre meditaba incongruencias existenciales bajo la trémula luz de las estrellas y frente a la mirada atenta de las aves de Minerva. En el instante menos apropiado, se percató de lo maravilloso que era pensar. Hilar ideas, presentir y conjeturar relaciones entre conceptos, desarrollar aquellos que allanaban el tan falible camino del juicio y desechar los que lo entorpecían. El simple –¿o el más complejo de todos?– hecho de tomar una porción de la realidad y, laboriosamente, comenzar a desmembrarla a su antojo, se le reveló como algo en esencia milagroso.

Tanto como sentir en las yemas de sus dedos la humedad del césped y en su espalda la aspereza de la madera de la maltratada encina sobre la que descansaba su cuerpo. Y como descubrir con sus propios ojos la luminosidad –¡y el movimiento!– que portaba una estrella fugaz, como la que pasaba en esos momentos, surcando el éter en vuelo majestuoso.

El hombre experimentó numerosas sensaciones semejantes a éstas en el mismo preciso instante en que tomó noticia de que todo a su alrededor palpitaba al unísono y en consonancia con su propio latir interno. Su entorno le hablaba, ¡no!, le rugía, le hacía saber que era parte, de la misma forma que él, del todo sagrado.

Y el hombre supo esto con toda certeza –con más certeza, en verdad, de la que nunca antes había tenido acerca de nada– por primera vez en su vida, y lo supo en el instante menos apropiado, cuando un sigiloso jaguar, tal vez alertado por un inusual olor, se precipitaba, garras en alto, sobre aquel insolente invasor de su encina.




¡Es el turno de Federico!


"Es preferible morir a odiar y temer: es preferible morir dos veces a hacerse odiar y temer."

"El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería."

"Hay siempre algo de locura en el amor; pero siempre hay algo de razón en la locura."

"La buena memoria es a veces un obstáculo al buen pensamiento."

"La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño."

"La ventaja de tener mala memoria es que se goza muchas veces de las mismas cosas."

"Nadie puede construirte el puente sobre el cual hayas de pasar el río de la vida; nadie, a no ser tú."

"La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano."

"Lo que más me molestó no es que me hayas mentido sino que, de aquí en adelante, no podré creer en tí."

"Si solo se dieran limosnas por piedad, todos los mendigos hubieran muerto de hambre."

"Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es más bien condición de ella."

"El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse."

"Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder."

"El hombre sufre tan terriblemente en el mundo que se ha visto obligado a inventar la risa."

"La verdad es que amamos la vida, no porque estemos acostumbrados a ella, sino porque estamos acostumbrados al amor."

"Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos."

"Hay una exuberancia en la bondad que me parece ser malignidad."

"Dios ha muerto, su piedad por el hombre lo ha matado."

"Sin música la vida sería un error."

"Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz."



(1) Véase: blues/rock de los '70.